7/10/08

Turista en Mi Ciudad

Algunos me dirían que mi ciudad no es Madrid. Que soy canaria. Pero, actualmente, la siento como mía. Una vez leí que Madrid es como una mujer que te va enamorando lentamente. Poco a poco vas descubriendo sus rincones más íntimos y especiales y su belleza.

Este fin de semana ha venido una amiga de Tenerife a Madrid. Cuando llegó se planteó la duda de si enseñarle cuantos más monumentos posibles, es decir, que conozca el Madrid turístico o enseñarle “nuestro” Madrid. Finalmente, se dio la coyuntura y apenas vio la Plaza Mayor y el Oso y El Madroño. Ahora, caminar por Madrid caminó y conoció sitios recónditos que, de haber venido en plan “turismo”, no hubiera encontrado.


Madrid no para de sorprenderme. Es una ciudad en la que puedes encontrar de todo en todos lados. Llevo 4 años aquí y este fin de semana me he sentido “guiri”. Solo hay que perderse por las calles de Malasaña, Chueca o Noviciados para descubrir algún rinconcito especial. Además, siempre hay alguien que dice: les voy a llevar a un sitio super chulo. Y, efectivamente, el sitio es encantador. En esos momentos yo me pregunto ¿Por qué no lo había visto nunca?

Hace poco hablaba con un amigo sobre que “los de fuera” (Vease estudiantes de intercambio, personas de otras ciudades…) solemos conocer muchos más sitios que los madrileños castizos de toda la vida. Conocemos más cafeterías con encanto, librerías que alimentan el alma, calles para pasear que te enamoran al instante…

De todas maneras, pensándolo un poco más también me siento turista en Tenerife. Cuando alguien de Madrid va y le enseñamos la isla descubro, igualmente, rinconcitos especiales o paisajes maravillosos en los que no me había fijado. Supongo que siempre pasa, no te esfuerzas en conocer el lugar en donde vives o de donde eres. Los Canarios vamos al Teide de excursión con el colegio o cuando nieva, pero no mucho más. Pueden pasar años y años sin que vayamos a verlo pero está ahí. Lo mismo le pasa a muchos madrileños: van de excursión al museo del Prado o al Reina Sofía con el colegio y, por su cuenta, no vuelven a ir.

Recuerdo que el primer año, cuando llegué a Madrid, me encantaba ir al Parque del Retiro. Hablándolo un día con una chica de mi clase que vive desde siempre en Leganés me dijo: hace años que no voy al retiro. Desde que iba de excursión con el colegio. ¿No deberíamos conocer mucho mejor lo que es “nuestro”? ¿Por qué nos esforzamos por conocer los sitios en los que no vivimos y no aquél en el que están nuestras raíces? ¿Por qué cuando vamos de viaje estamos días y días caminando, conociendo y visitando cosas sin parar y aquí no lo hacemos? Vale, sé que al vivir en Madrid cada uno tiene sus obligaciones (trabajo, estudios…) pero siempre se puede sacar una tarde para ir a pasear al Retiro, para tomar unas cañas por Lavapiés, para maravillarse con las callejuelas de Malasaña…

Después de este fin de semana me he propuesto no dejar de conocer Madrid. Incluso yo, que soy de fuera, me he acomodado. Hacía por lo menos un año que no iba al retiro y ¡está a 10 minutos caminando desde mi casa! Quiero volver a sorprenderme cada día con esta maravillosa ciudad. Quiero volver a enamorarme de ella.

Quiero sentirme “guiri” en Madrid

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo me senti "Guiri", me timaron con un viaje en metro combinado =(