11/9/08

La Tolerancia Absoluta ¿Es posible?

¿Podemos tolerar absolutamente todas las ideas y comportamientos de nuestro alrededor? ¿Podemos tolerar igual a una persona de ideología contraria a una de ideología nazi? ¿Podemos tolerar las ideas políticas de los etarras? ¿Y a los fanáticos religiosos?

¿Cuáles son los límites de la tolerancia?

Llevo varios meses dándole vueltas a esto. Muchas personas se proclaman tolerantes y, sin embargo, llegado el momento de su boca salen afirmaciones tales como: “A los etarras habría que matarlos a todos” o “Los neonazis son todos unos H**** de P***, no merecen ni vivir”.

Tal y como yo lo veo si eres tolerante debes serlo para todo, siempre y cuando se respeten determinadas libertades y derechos de los demás. Me refiero, obviamente, a los Derechos Humanos (a la vida, integridad física, libertad ideológica…). Si yo tengo el derecho a expresar mis ideas libremente ¿Por qué una persona de ideología fascista no va a poder hacerlo? ¿Por qué no puede una persona racista expresar sus opiniones y argumentarlas?

Probablemente los que argumentan que si los radicales del nacionalsocialismo de Hitler pudieran acallar mis opiniones con violencia o incluso matándome lo harían, tengan razón. Pero quién soy yo para adelantarme a los acontecimientos. ¿Desde cuándo defendemos el castigo preventivo a todos y todo lo que va en contra de nuestros ideales o modos de vida? ¿Vamos a encarcelar a todos los independentistas vascos por si acaso alguno de ellos comete un atentado? Cierto que los neonazis buscan pelea allá a donde van, salir por el Barrio del Bernabeu de noche no es nada seguro, sobre todo si tienes rasgos latinoamericanos o africanos. Pero también es verdad que los radicales de izquierdas vienen a ser la misma mierda. Ambos defienden sus ideas a través de la violencia, pero no porque ellos lo hagan voy a hacerlo yo también. Tampoco por que seamos tolerantes significa que debamos aceptar este comportamiento, claro que no. Aquí entra en juego el sistema judicial (que no siempre es efectivo, como todo).

Por otro lado, siempre hay una excepción, hay nazis que solo expresan su opinión como podría hacerlo yo, sin vioencia. De hecho, en mi carrera te enseñan que muchas de las garantías de los Derechos Humanos están ahí por ese 1% de los presuntos delincuentes que realmente son inocentes.

Por favor, que nadie me malinterprete. En ningún caso estoy justificando a los que creen que los negros son “mierda”, los árabes unos terroristas y los homosexuales unos enfermos mentales. Por supuestísimo que no. Pero tampoco creo que debamos pegarles a todos un tiro, porque esa es una de las posturas que muchos de ellos adoptan respecto a nosotros y no pienso ponerme a su altura. Matar a una persona simpatizante de los etarra es hacer, exactamente, lo mismo que ellos: quitarle la vida a una persona por sus ideales. Cada uno elige el camino que elige, lo que veo claro es que nadie tiene el Derecho de decidir sobre la vida o la muerte de otra persona. NADIE.

Por eso es que en España la cadena perpetua y la pena de muerte han sido abolidas. Porque se supone (solo se supone) que nuestro sistema carcelario es un método de reinserción. Es cierto que hay personas cuyos actos han sido tan aberrantes y horribles que no merecen vivir, desde mi punto de vista, pero no seré yo las que le condene a la silla eléctrica. Más víctimas no van a resucitar a nuestras víctimas. Por eso admiro a los familiares de las víctimas de ETA que lo condenan con palabras, con actos pacíficos y que se niegan a llegar a su nivel reclamando venganza y su vida.


¿La tolerancia cero es posible? Pues no sé si alguien podrá tener esa capacidad, pero yo, desde luego no puedo quedarme callada cuando un hombre está poniendo a las mujeres de putas para arriba, o cuando oigo a alguien despreciar a los árabes, rumanos, africanos… porque “nos roban el trabajo” o simplemente porque el color de su piel es diferente.

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