Hoy es una noche rara. La “victoria” del PP en las urnas ha desencadenado sentimientos encontrados dentro de mí. No es tristeza, es indiferencia. No es decepción, es reafirmación.
Una vez con el ordenador delante, por primera vez en mi vida, me paré a mirar más allá de los porcentajes y datos destacados en la prensa, y me fijé en los datos más pequeños. Los que no llaman la atención, pero están ahí y son muchos.
El PP ha ganado las elecciones AUTONÓMICAS (no confundir con elecciones locales) en todas las Comunidades Autónomas de nuestro país, excepto en Navarra y Asturias. En la primera, Unión del Pueblo Navarro obtuvo casi el doble de votos que el PSOE, siendo seguidos de lejos por el resto de los partidos. En la segunda los dos partidos mayoritarios han sido el Foro Asturias (FAC) y PSOE, con cifras muy parecidas.
Por su parte, hay algunas Comunidades en las que únicamente han tenido lugar las elecciones municipales (las autonómicas habían tenido lugar en otros años). En ellas, los partidos que más votos han obtenido son:
Galicia: PP.
Andalucía: PSOE.
Cataluña: CiU.
País Vasco: PNV.
Ceuta y Melilla: PP.
Pero volvamos a las autonómicas. El panorama es desalentador. Pero si profundizamos un poco más en los datos confusos que nos ofrecen los medios de comunicación, nos daremos cuenta de muchas cosas. Detrás de todos los porcentajes, número y divisiones hay PERSONAS, y esto es lo que hoy hemos comunicado al mundo.
No se mareen con los números, sólo reflexionen sobre ellos. Con su permiso, me he tomado la libertad de redondear para hacerlo más fácil. En España, el INE (Instituto Nacional de Estadística) estima que la población en España, en 2009, era de 46.745.807 habitantes.
De esos casi 47 millones hoy han votado 22.810.516. De esos casi 23 millones de personas que han votado más de 14 millones y medio han votado al PP y PSOE. Hasta aquí, todo bien (victoria aplastante del PP al PSOE y todo lo demás). La historia es que el EGO de estos partidos es TAN grande que no se han fijado en los 9 millones de personas que han votado a otros partidos o han votado en blanco (más de 550.000 votos en blanco). Y, por supuesto, no nos olvidemos de los aproximadamente 12 millones de personas que no han ido a votar (33,77%).
Señores y señoritas, estamos hablando de un malestar general con el bipartidismo de más de 20 millones de personas en nuestro país. Este es un dato que NO SE PUEDE IGNORAR. Ni ellos, ni nosotros.
Para aquellos amantes de los porcentajes, les diré que hoy ha votado el 66,22% de la población y se ha abstenido un 33,78%. Los votos nulos han sido 1,69% del total y en blanco encontramos un 2,54%.
Volvamos a los que han votado. De todos ellos, el 65,37% se han decantado por el PP o PSOE y por el resto de los partidos el 34,63%. ¿Parece poco? ¿Qué tal si a ese 34,63% le sumamos todas las personas que no han ido a votar? Porque no nos olvidemos que hay 12 millones que no han ido a votar.
Estos son los datos que no nos dan masticados. Los datos en los que no interesa que nos fijemos. Quería remarcarlo, simplemente por la importancia que se da hoy en día a los datos. Sin embargo, quería decirles que el cambio no es cuestión de números, es cuestión de ideas, esperanza y mucha, mucha fuerza.
Hay instantes que son hechos para recordar
Lo importante de esta Spanish Revolution/World Revolution es lo que hemos conseguido a nivel humano. La unión por una misma idea de sociedad más justa y equitativa. No queremos gobernar, queremos una Democracia en la que podamos participar, en la que la voz de los ciudadanos sea escuchada. Es mucho trabajo, tenemos que implicarnos TODOS, pero podemos hacerlo mucho mejor.
Llevan demasiado tiempo diciéndonos que somos la generación Ni-Ni, que dejamos que limiten nuestros Derechos, nuestras vidas, nuestras ilusiones y metas sin hacer nada. Pero no es cierto. Somos una generación cansada de que nos ninguneen y dejen de lado. Creo que fue en Twitter que leí el siguiente comentario: “El FMI ha dicho que la juventud española es una generación perdida. Hoy su director está en la cárcel y la juventud española en la calle”. Nada que añadir.
¿Pero saben qué es lo que tenemos nosotros que es impagable? A la generación del 68 apoyándonos, nuestros padres, que aún no se han cansado de luchar. Y a nuestros abuelos, que lucharon en la guerra civil por sus derechos, y nos apoyan en que acabemos con esta locura. Y, por supuesto, no sólo es España. Concentraciones en toda Europa (Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Dinamarca…) y en el resto del mundo: Nueva Zelanda, Australia, EEUU, Colombia, Argentina, Chile, Taiwán, Japón…
Yo no sé a ustedes, pero desde el 15-M duermo mucho mejor y mis sueños han vuelto.
* He utilizado los datos de los escrutinios a las 00,17 del 23 de mayo. 99,93% escrutado.