Viendo las noticias, realmente, no sé de qué me sorprendo. Militares que torturan a personas indefensas en Irak, Gobernantes que dan una orden y miles de personas son masacradas, asesinos, violadores y maltratadores. Sí, este es el mundo en el que vivimos que, aunque también tiene sus cosas buenas que son muchas, es una locura.
Por todo esto y siempre que lo tengamos presente, no me sorprendió un artículo que leí en un blog de internet. Probablemente algunos ya hayan oído hablar del experimento Milgram pero para que no lo conozcan lo explicaré brevemente.
El psicólogo norteamericano Stanley Milgram se planteó en su momento si las personas de a pie, que podríamos llamar "normales", serían capaces de torturar y asesinar a otras. Así, llevó a cabo un experimento para el cual contrató a 1000 hombres entre 25 y 50 años a los cuales separó en dos grupos: unos maestros y otros alumnos. Los maestros tenían que hacer preguntas a "los alumnnos" y si éstos se equivocaban debían darle una descarga eléctrica. Éstas iban en aumento conforme se fallaban las preguntas: 120, 135, 150, 270, 300 e incluso 450 voltios.
Miilgram pensaba que la mayoría de "los maestros" desistirían de su labor al escuchar los aullidos de dolor de "los alumnos" pero, muy al contario el 62,5 % llegó hasta el final del experimento, aún cuando éstos se derrumbaban desmayados.
Finalmente, resultó que el experimento no era real. "Los alumnos" eran actores que no recibían descargas reales y fallaban a propósito las preguntas para ver como reaccionaban "los maestros", además, los gritos que éstos últimos escuchaban eran grabaciones.
Visto lo visto, como dice la gran Mafalda, que paren el mundo que yo me quiero bajar. No puede ser que haya personas capaces de infringir dolor físico a otras de forma totalmente gratuita. Total, por 4 dólares y un bocadillo que les pagaban.
Por todo esto y siempre que lo tengamos presente, no me sorprendió un artículo que leí en un blog de internet. Probablemente algunos ya hayan oído hablar del experimento Milgram pero para que no lo conozcan lo explicaré brevemente.
El psicólogo norteamericano Stanley Milgram se planteó en su momento si las personas de a pie, que podríamos llamar "normales", serían capaces de torturar y asesinar a otras. Así, llevó a cabo un experimento para el cual contrató a 1000 hombres entre 25 y 50 años a los cuales separó en dos grupos: unos maestros y otros alumnos. Los maestros tenían que hacer preguntas a "los alumnnos" y si éstos se equivocaban debían darle una descarga eléctrica. Éstas iban en aumento conforme se fallaban las preguntas: 120, 135, 150, 270, 300 e incluso 450 voltios.
Miilgram pensaba que la mayoría de "los maestros" desistirían de su labor al escuchar los aullidos de dolor de "los alumnos" pero, muy al contario el 62,5 % llegó hasta el final del experimento, aún cuando éstos se derrumbaban desmayados.
Finalmente, resultó que el experimento no era real. "Los alumnos" eran actores que no recibían descargas reales y fallaban a propósito las preguntas para ver como reaccionaban "los maestros", además, los gritos que éstos últimos escuchaban eran grabaciones.
Visto lo visto, como dice la gran Mafalda, que paren el mundo que yo me quiero bajar. No puede ser que haya personas capaces de infringir dolor físico a otras de forma totalmente gratuita. Total, por 4 dólares y un bocadillo que les pagaban.